Hoy he empezado un libro

Hoy me he levantado, he puesto música y he decidido ordenar mi cuarto porque aunque parezca mentira ser tan desordenada me pone de los nervios. Sin embargo, antes de que acabara la primera canción, he tenido que dejarlo porque tenía un hilo de pensamientos demasiado claro y quería escribirlo (si mi madre llega a leer esto pensará “qué raro”).

Hoy he empezado un libro. ¿Sabéis hace cuántos años que no leo un libro? Quiero decir, uno que no sea de Filosofía, ni de Física divulgativa, ni algo que me hayan mandado leer. Me daba un poco de vergüenza decirlo, pero he comprendido que no hay por qué avergonzarse de lo que uno es. Hace mucho que no leo un libro. Ya no leo, ni escribo, ni siquiera escucho música. Ya no hago nada de lo que solía hacer. Suelo decirme a mi misma que es por falta de tiempo, pero no es verdad. Cuando uno quiere hacer algo realmente saca el tiempo hasta de debajo de las piedras. Hace mucho que no hago nada porque me estoy muriendo. Yo nací en 1995. Sé que algún día diré esa fecha y alguien me mirará ojiplático diciendo “madre mía… ¡naciste en el siglo XX!”. No soy mayor, pero me hago vieja. Todos nos hacemos viejos, y hay gente que hasta nace siéndolo. Yo no quiero hacerme vieja, pero siento cómo me he dejado atrapar por las garras del tiempo. Han dejado de interesarme las cosas, y eso no está bien. Supongo que hay veces, en la vida de uno, en las que nada te llama la atención porque has dejado de sorprenderte. Creo que eso, es lo más terrible que le puede pasar a alguien. Hoy empecé un libro, y me he dado cuenta de que aun no he llegado a ese punto. Nunca es tarde para volver a nacer.