19 de junio de 2017

Haters gonna hate.

Hoy estaba desarrollando mi propio discurso mental (lo típico que pasa cuando no estás pensando en nada muy concreto y simplemente estás teniendo una conversación contigo misma en tu cabeza, pues eso) cuando me he dicho la frase “a mi me gusta odiar”, y luego he ido a rebatírmela porque me ha sonado terrible. Sin embargo, por mal que suene, rebatirlo me parece poco sincero. A mi me gusta odiar, y yo creo que a la mayoría de gente también le gusta un poco. Matizo: no odiar por odiar, no me refiero a un odio destructivo que acabe con toda motivación sobre la faz de la tierra sin haber aportado nada. Pero odiar un poquito, de vez en cuando, con cierto ingenio, pues a mi me parece que da gustíbiris. Estamos todos de acuerdo en que el odio es un sentimiento que une mucho, siendo sincera yo diría que más que el amor. Y quien diga que no es que nunca ha hecho un amigo poniendo a parir a un grupo de música, a un libro o incluso a una persona que os está amargando mazo, aunque el tema de odiar personas ya es más discutible porque entramos en terreno resbaladizo que nos lleva hacia el odio dañino y destructivo. Pero bueno, que eso, que yo creo que odiar un poquito de vez en cuando en realidad está muy bien, porque canalizamos ese sentimiento negativo que todos tenemos hacia algo que puede ser ingenioso y que desde luego desahoga mucho. 

Según escribo esto me estoy dando cuenta de que es muy cuestionable y de que me vais a saltar al cuello en plan “Sara tía, el odio sólo lleva al lado oscuro, y en el lado oscuro te cojo y te reviento”, y así pues no. También me estoy dando cuenta de que estoy escribiendo en un estilo excesivamente informal, pero eso lo tenéis que entender, llevo muchos días escribiendo sobre multiversos y estoy un poquito ya hasta el tesoro de insertar ecuación nueva en Word, así que este es mi momento relax. Volviendo al tema del odio, creo que es conveniente aportar algunos ejemplos de lo que yo considero “odio del bueno” para que no me linchéis:

  • La disputa entre Quevedo y Góngora. Esta disputa está muy bien porque obviando el hecho de que eran dos señores discutiendo por cosas de señores y que los dos eran un poquito problemáticos, nos ha dejado arte para la posteridad y eso me parece muy constructivo. Además, sienta las bases sobre un cierto tipo de disputa creativa, que seguirán años más tarde otros artistas como Kanye West y Taylor Swift.
  • Los planes maquiavélicos de Janet Ian hacia Regina George. Este conflicto es maravilloso lo enfoques por donde lo enfoques, partiendo de la base de que constituye el argumento fundamental de una de las mejores obras que el cine contemporáneo nos ha aportado. Lo único que se le podría objetar es que podría servir de inspiración para colegialas reales que trataran de hundir a otras compañeras motivadas por su rencor, pero esto ni siquiera es así porque [ATENCIÓN: aquí viene un spoiler de Mean Girls, si no la has visto para de leer esto y descárgatela inmediatamente porque es una masterpiece] al final todo acaba en paz y armonía de la mano de un bonito mensaje de sororidad entonado por Lindsay Lohan.
  • El odio colectivo hacia la tortilla sin cebolla. Esto está muy bien porque te permite distinguir a la gente de bien de la que no lo es. Además, ya si nos ponemos tolerantes y trascendentes, al margen de cómo te guste a ti la tortilla me parece que es un odio súper constructivo porque abre un debate muy interesante sobre los límites de lo culinariamente aceptable, sobre con qué se puede experimentar y con qué no, por qué lo que es la tortilla en sí sí le gusta a todo el mundo, la unidad de España, etc.

Por completar esta exposición con la otra cara de la moneda, algunos ejemplos de odio dañino, que no aporta nada y que desde luego no os invito a practicar:

  • La disputa entre Newton y Leibniz. Creo que esta es la disputa que más nerviosa me pone de la historia de la humanidad porque fue súper insana, destructiva y no le encuentro ninguna lectura positiva al asunto. Básicamente Newton y Leibniz eran dos pensadores brillantes que en lugar de unir fuerzas por el bien de la ciencia se dedicaron a hacerse putaditas en el ámbito de lo personal y a arruinarse la vida sin que hubiera una razón legítima para ello. Lo pongo en plural pero en realidad aquí el malo de la película es Newton, que ha pasado a la historia por ser the fucking boss of the apple cuando el cálculo infinitesimal se le ocurrió a la vez que a Leibniz y su reacción de genio maduro fue inventarse que se lo había copiado aunque sabía que era imposible porque estaba en otro país. En consecuencia a Leibniz le expulsaron de la Royal Society, en Europa se convirtió en un paria y nadie fue a su funeral.
  • El bullying. No creo que haga falta desarrollar esto.
  • La absurda rivalidad entre Blur y Oasis. Esta rivalidad es absurda porque 
a)    No era la típica rivalidad creativa en la que la presión de que haya otros artistas muy buenos contemporáneos a ti te impulse a hacer cada vez mejor arte, rollo Mozart y Salieri (aunque las paranoias de Mozart tampoco eran muy sanas, pero bueno). La rivalidad entre Blur y Oasis se reduce a los hermanos Gallagher centrando sus improperios habituales en un grupo musical en concreto, hasta el punto de acosarles e incitar al odio.
b)   Blur es claramente mejor que Oasis tanto en originalidad, como en progresión y constancia, y entrar en un debate sobre esto me parece un sinsentido.


Y ya estaría. Con Dios.

5 comentarios:

  1. Vale, me ha gustado la entrada pero opino:
    1. El odio une más que el amor, eso para mí es un hecho irrefutable, recogido históricamente en la jerga marcial con "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
    2. El lado oscuro no pinta tan mal si puedes lanzar rayos.
    3. Quevedo y Góngora eran unos pedantes.
    4. Kanye West >>>>>>>>>>>>>>>>>>
    5. La tortilla siempre con cebolla. Muerte a los sincebollistas.
    6. Volviendo a Star Wars, Anakin se pasó al lado oscuro más por locura que por el odio, que lleva a la ira, la ira lleva al miedo y el miedo al lado oscuro.
    Saludos.

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    1. Muy bendecida por este comentario y muy de acuerdo con todo. Sólo discreparía en todo caso con el tema Kanye West, del que no voy a discutir sus dotes artísticas, pero personalmente le tengo manía.
      Larga vida y prosperidad.

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  2. Yo os quiero a todos. Con el culo en pompa, preferiblemente, aún más.

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    1. Es precioso que uséis los comentarios para comentar, una oda al Internet.

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    2. Tanto como publicar un blog, conmovedor.

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